La Junta Central Electoral (JCE) no tiene ni un centavo en sus cuentas a causa de los gastos extraordinarios en que incurrió para las elecciones del 15 de mayo.
Según una fuente citada por el periódico Hoy, la situación de la JCE ha obligado a tomar un “préstamo” de los fondos pertenecientes al Plan de Pensiones de sus empleados, para poder pagar los sueldos.
Asimismo, el diario cita una circular firmada por el presidente de la JCE y enviada a todos los departamentos, directores, encargados y administradores, para que desde este lunes (ayer) se ajusten estrictamente al horario normal de trabajo de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., de lunes a viernes, debido a que no hay dinero para horas extras.
La información detalla que desde un año antes de las elecciones el personal de la JCE trabajaba horarios extraordinarios en sus diferentes áreas hasta después de las elecciones, lo que conllevó gastos extras que dejaron prácticamente vacía sus finanzas.
La nómina de la JCE es de 175 millones de pesos mensuales, pero para pagar los salarios, viáticos, horas extras y otros se vio obligado a tomar los recursos del Fondo de Pensiones.
La situación contrasta con los gastos en que incurrió la JCE, más de US$30 millones, para comprar los equipos de tecnología que se usarían para el conteo electrónico de los votos y el envío de la data desde los colegios electorales a la JCE, proyecto que finalmente no funcionó como se esperaba.
Según una fuente citada por el periódico Hoy, la situación de la JCE ha obligado a tomar un “préstamo” de los fondos pertenecientes al Plan de Pensiones de sus empleados, para poder pagar los sueldos.
Asimismo, el diario cita una circular firmada por el presidente de la JCE y enviada a todos los departamentos, directores, encargados y administradores, para que desde este lunes (ayer) se ajusten estrictamente al horario normal de trabajo de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., de lunes a viernes, debido a que no hay dinero para horas extras.
La información detalla que desde un año antes de las elecciones el personal de la JCE trabajaba horarios extraordinarios en sus diferentes áreas hasta después de las elecciones, lo que conllevó gastos extras que dejaron prácticamente vacía sus finanzas.
La nómina de la JCE es de 175 millones de pesos mensuales, pero para pagar los salarios, viáticos, horas extras y otros se vio obligado a tomar los recursos del Fondo de Pensiones.
La situación contrasta con los gastos en que incurrió la JCE, más de US$30 millones, para comprar los equipos de tecnología que se usarían para el conteo electrónico de los votos y el envío de la data desde los colegios electorales a la JCE, proyecto que finalmente no funcionó como se esperaba.
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