Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez
En Esperanza.- Nadie como quien suscribe tiene mayor calidad moral para criticar cualquier yerro de la alcaldía local, por cuanto fui junto al comunicador Eduar Espinal el único miembro de la prensa de ese entonces que retiré la publicidad al cabildo semanas antes de que ingresara a esas funciones por primera vez el Ingeniero Nao Mena y todos conocen mi postura hasta entonces, la cual difiere de quienes han tenido patrocinio de esa entidad en uno que otros momentos y ahora no lo tienen.
Hago esta acotación tras leer una publicación del reportero gráfico Miguel Núñez, en la cual describe que reporteros gráficos y periodistas de Esperanza se retiraron de una actividad en la cual se encontraba el alcalde del municipio para no grabarle, alegadamente porque desde el ayuntamiento los acusaron de distribuir volantes digitales en el pasado paro del Falpo.
La postura que arguye Núñez, desde el punto de visto gremial si ha sido tomada por la cúpulo del sindicato que agrupa a los reporteros gráficos ha debido ser comunicada a las autoridades locales por medio de un documento, en el cual estos a la vez propongan vías de solución, pues los gremios presionan de manera institucional y con un objetivo claro, pero si dejan su lucha suelta habrá de verse como el encono personal de algunos afiliados.
Estamos claros que desde la alcaldía esperanceña existen voces que hacen más daño que bien a la actual gestión y que en muchos momentos el propio alcalde ha realizado pronunciamientos hostiles contra sectores de la prensa, pero entiendo que los muchachos del reporterismo local (muchos de los cuales cobran o han cobrado publicidad en la actual gestión), han debido emitir un documento formal con sus demandas y exigir un desagravio, pero nunca dejar la solución de ese impase en el limbo, pues podrían convertir al alcalde en víctima o perseguido si no actúan con tacto, si lo que buscan es que los desagravien.
Empero, si la lucha es política, entonces deben hacer lo que hemos ejecutado numerosos hombres y mujeres de esta ciudad que estamos en desacuerdo con los desgobiernos municipales y nacionales del PLD, consistente en organizarnos en fuerzas políticas adversas al oficialismo para sacar mediante el voto masivo a las actuales autoridades, durante las próximas elecciones.
Así las cosas, la posición frente a un problema que afecte a la prensa o a un segmento de ella, ha de ser institucional para que no luzca personal, debiendo tener toda la contundencia posible y la difusión de las causas y soluciones planteadas, evitando que pueda ser interpretada como persecución de fines pecuniarios o reposición en puestos o privilegios antes ostentados, pues la lucha individual no logra los mismos fines que la gremial.
Es justo en ese marco, que propongo la realización de un gran seminario –encuentro, en el cual analicemos la gestión de Relaciones Públicas de la alcaldía local, exponiendo sus puntos fuertes, débiles y perspectivas, citando a todos los actores envueltos y exigiendo que los puestos y patrocinio sean colocados en manos de recursos humanos de Esperanza o que tengan medios en el municipio, por cuanto se trata de una entidad municipal, pero teniendo el cuidado de no imponerle nombres a la actual gestión, sino la defensa de las plazas para profesionales locales, pero siempre dejando abierta una salida a las desavenencias o mostrando con claridad que no hay puntos posibles de entendimientos y que la lucha es ideológica.
Nota: El autor es presidente de la Asociación de Locutores de Esperanza-Mao - Laguna Salada /Directivo de la Filial Valverde sl Sindicato Nacional de Trabajadores de la prensa,
profesor de comunicación y presidente de Red de Medios EPC
Hago esta acotación tras leer una publicación del reportero gráfico Miguel Núñez, en la cual describe que reporteros gráficos y periodistas de Esperanza se retiraron de una actividad en la cual se encontraba el alcalde del municipio para no grabarle, alegadamente porque desde el ayuntamiento los acusaron de distribuir volantes digitales en el pasado paro del Falpo.
La postura que arguye Núñez, desde el punto de visto gremial si ha sido tomada por la cúpulo del sindicato que agrupa a los reporteros gráficos ha debido ser comunicada a las autoridades locales por medio de un documento, en el cual estos a la vez propongan vías de solución, pues los gremios presionan de manera institucional y con un objetivo claro, pero si dejan su lucha suelta habrá de verse como el encono personal de algunos afiliados.
Estamos claros que desde la alcaldía esperanceña existen voces que hacen más daño que bien a la actual gestión y que en muchos momentos el propio alcalde ha realizado pronunciamientos hostiles contra sectores de la prensa, pero entiendo que los muchachos del reporterismo local (muchos de los cuales cobran o han cobrado publicidad en la actual gestión), han debido emitir un documento formal con sus demandas y exigir un desagravio, pero nunca dejar la solución de ese impase en el limbo, pues podrían convertir al alcalde en víctima o perseguido si no actúan con tacto, si lo que buscan es que los desagravien.
Empero, si la lucha es política, entonces deben hacer lo que hemos ejecutado numerosos hombres y mujeres de esta ciudad que estamos en desacuerdo con los desgobiernos municipales y nacionales del PLD, consistente en organizarnos en fuerzas políticas adversas al oficialismo para sacar mediante el voto masivo a las actuales autoridades, durante las próximas elecciones.
Así las cosas, la posición frente a un problema que afecte a la prensa o a un segmento de ella, ha de ser institucional para que no luzca personal, debiendo tener toda la contundencia posible y la difusión de las causas y soluciones planteadas, evitando que pueda ser interpretada como persecución de fines pecuniarios o reposición en puestos o privilegios antes ostentados, pues la lucha individual no logra los mismos fines que la gremial.
Es justo en ese marco, que propongo la realización de un gran seminario –encuentro, en el cual analicemos la gestión de Relaciones Públicas de la alcaldía local, exponiendo sus puntos fuertes, débiles y perspectivas, citando a todos los actores envueltos y exigiendo que los puestos y patrocinio sean colocados en manos de recursos humanos de Esperanza o que tengan medios en el municipio, por cuanto se trata de una entidad municipal, pero teniendo el cuidado de no imponerle nombres a la actual gestión, sino la defensa de las plazas para profesionales locales, pero siempre dejando abierta una salida a las desavenencias o mostrando con claridad que no hay puntos posibles de entendimientos y que la lucha es ideológica.
Nota: El autor es presidente de la Asociación de Locutores de Esperanza-Mao - Laguna Salada /Directivo de la Filial Valverde sl Sindicato Nacional de Trabajadores de la prensa,
profesor de comunicación y presidente de Red de Medios EPC
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