El alto precio de la canasta familiar en República Dominicana podría generar un estallido social impredecible, advirtió hoy la presidenta de la Federación Nacional de Comerciantes y Empresarios, Rosa Dignorah Peña.
Según su criterio, la dinámica económica de este fin de año y los ingresos de los trabajadores serán absorbidos por la especulación desmedida y la práctica monopólica de algunos sectores.
Hay grupos muy poderosos que manejan las ventas al por mayor y al detalle de los productos de primera necesidad, explicó Peña en un comunicado.
Al mismo tiempo, agregó, ejercen un control total de cuanto entra y sale al mercado, y determinan los precios de las mercancías.
En opinión de Peña, la inflación medida por el Banco Central revela cierta estabilidad pues se trata de promedios establecidos mediante el universo de todos los productos.
Sin embargo, puntualizó, cuando se calcula el día a día y el consumo de la gente en pasajes, alimentos y servicios verificamos el incremento de los precios.
Aseveró que los comerciantes organizados en federaciones y asociaciones no cuentan con el apoyo gubernamental para estimular al detallista.
Las cargas impositivas, la competencia de grandes cadenas y los altos costos operacionales tienen al sector en la quiebra, recalcó.
Si las cosas siguen como van, adelantó, para el próximo año se estima que más de 10 mil negocios cerrarán sus puertas o cambiarán de propietario.
Según su criterio, la dinámica económica de este fin de año y los ingresos de los trabajadores serán absorbidos por la especulación desmedida y la práctica monopólica de algunos sectores.
Hay grupos muy poderosos que manejan las ventas al por mayor y al detalle de los productos de primera necesidad, explicó Peña en un comunicado.
Al mismo tiempo, agregó, ejercen un control total de cuanto entra y sale al mercado, y determinan los precios de las mercancías.
En opinión de Peña, la inflación medida por el Banco Central revela cierta estabilidad pues se trata de promedios establecidos mediante el universo de todos los productos.
Sin embargo, puntualizó, cuando se calcula el día a día y el consumo de la gente en pasajes, alimentos y servicios verificamos el incremento de los precios.
Aseveró que los comerciantes organizados en federaciones y asociaciones no cuentan con el apoyo gubernamental para estimular al detallista.
Las cargas impositivas, la competencia de grandes cadenas y los altos costos operacionales tienen al sector en la quiebra, recalcó.
Si las cosas siguen como van, adelantó, para el próximo año se estima que más de 10 mil negocios cerrarán sus puertas o cambiarán de propietario.
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