La autocrítica forma parte del debate del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el marco del VIII Congreso Comandante Norge Botello y uno de los temas es el desempeño de los últimos dos gobiernos de Leonel Fernández (2004-2008 y 2008-2012).
La autocrítica forma parte del debate del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el marco del VIII Congreso Comandante Norge Botello y uno de los temas es el desempeño de los últimos dos gobiernos de Leonel Fernández (2004-2008 y 2008-2012). El partido oficial reconoce que algunos funcionarios de las administraciones de Fernández, en especial en el último mandato, provocaron descontento en los sectores empresariales debido a que daban la impresión en ese sector de que eran sus competidores con toda la ventaja que otorga el control del Estado.
Igualmente, la organización atribuye las acusaciones de corrupción que le ganaron mala imagen al gobierno a una “bien orquestada campaña de opinión pública”. Esos temas son considerados por los dirigentes del PLD como parte de los problemas que erosionaron la imagen de los gobiernos de Fernández y del propio partido. Los datos están contenidos en la recopilación “documentos de áreas de los organismos del partido” que hizo la Comisión Organizadora del VIII Congreso, y encabeza César Pina Toribio. “La percepción de corrupción del gobierno caló en los sectores del país tras una bien orquestada campaña de opinión pública aún sin discutir si hubo o no hubo corrupción en los niveles en la magnitud denunciada y los efectos políticos no pueden desdeñarse”, dice el documento.
Explica que el tema de la corrupción provoca mucha irritación en la sociedad, especialmente en los sectores de clase media, según mostraron los estudios de medición que realizó ese partido en el marco del pasado proceso electoral. Señalan que esa percepción fue aprovechada por la oposición política en su lucha contra el gobierno. “A esto hay que añadir el descontento de los sectores empresariales que llegaron a percibir algunos funcionarios como sus competidores, pero con toda la ventaja que otorga el control del Estado”, puntualiza la publicación en la última oración del párrafo tres de la página 89. Sin embargo, no especifica los nombres de esos dirigentes.
El PLD cita que otros problemas que afectaron la imagen del gobierno de Fernández fue el tema de la inseguridad ciudadana y narcotráfico y el microtráfico. “El narcotráfico y microtráfico de drogas apareció como un monstruo de siete cabezas difícil de enfrentar por parte de las autoridades y que hace estragos en la cotidianidad de la población, generándose una percepción ampliada de inseguridad y violencia, reflejada ampliamente en las encuestas” especifica el documento.
Igualmente, reconocen que la no aplicación de las leyes que se han aprobado generó descontento en la población. “Por una parte hubo una revolución normativa (…) sin embargo se ha exhibido una seria dificultad en el cumplimiento de la nueva normativa al no pasarse consistentemente de la ley a su aplicación efectiva”, señala la recopilación que es estudiada y analizada por la dirigencia del PLD. Según la visión del PLD ese hecho genera dudas en sectores sociales con relación a los procesos de reforma al “entenderlos como un proceso retórico que parece culminar solo en la elaboración y aprobación de la ley sin derivar en términos efectivos hacia sus consecuencias”. El desempleo, es otra de las partes negativas de la administración pasada, y desde el punto de vista del partido oficial, eso provocó que el grueso de los puestos de trabajo que se crearon en los últimos ocho años, se registraran en el sector informal y el desempleo abierto fuera particularmente notorio entre la población más joven. El PLD entiende que ese factor tiende a aumentar la percepción de exclusión social en los sectores más pobres del país.
La autocrítica forma parte del debate del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el marco del VIII Congreso Comandante Norge Botello y uno de los temas es el desempeño de los últimos dos gobiernos de Leonel Fernández (2004-2008 y 2008-2012). El partido oficial reconoce que algunos funcionarios de las administraciones de Fernández, en especial en el último mandato, provocaron descontento en los sectores empresariales debido a que daban la impresión en ese sector de que eran sus competidores con toda la ventaja que otorga el control del Estado.
Igualmente, la organización atribuye las acusaciones de corrupción que le ganaron mala imagen al gobierno a una “bien orquestada campaña de opinión pública”. Esos temas son considerados por los dirigentes del PLD como parte de los problemas que erosionaron la imagen de los gobiernos de Fernández y del propio partido. Los datos están contenidos en la recopilación “documentos de áreas de los organismos del partido” que hizo la Comisión Organizadora del VIII Congreso, y encabeza César Pina Toribio. “La percepción de corrupción del gobierno caló en los sectores del país tras una bien orquestada campaña de opinión pública aún sin discutir si hubo o no hubo corrupción en los niveles en la magnitud denunciada y los efectos políticos no pueden desdeñarse”, dice el documento.
Explica que el tema de la corrupción provoca mucha irritación en la sociedad, especialmente en los sectores de clase media, según mostraron los estudios de medición que realizó ese partido en el marco del pasado proceso electoral. Señalan que esa percepción fue aprovechada por la oposición política en su lucha contra el gobierno. “A esto hay que añadir el descontento de los sectores empresariales que llegaron a percibir algunos funcionarios como sus competidores, pero con toda la ventaja que otorga el control del Estado”, puntualiza la publicación en la última oración del párrafo tres de la página 89. Sin embargo, no especifica los nombres de esos dirigentes.
El PLD cita que otros problemas que afectaron la imagen del gobierno de Fernández fue el tema de la inseguridad ciudadana y narcotráfico y el microtráfico. “El narcotráfico y microtráfico de drogas apareció como un monstruo de siete cabezas difícil de enfrentar por parte de las autoridades y que hace estragos en la cotidianidad de la población, generándose una percepción ampliada de inseguridad y violencia, reflejada ampliamente en las encuestas” especifica el documento.
Igualmente, reconocen que la no aplicación de las leyes que se han aprobado generó descontento en la población. “Por una parte hubo una revolución normativa (…) sin embargo se ha exhibido una seria dificultad en el cumplimiento de la nueva normativa al no pasarse consistentemente de la ley a su aplicación efectiva”, señala la recopilación que es estudiada y analizada por la dirigencia del PLD. Según la visión del PLD ese hecho genera dudas en sectores sociales con relación a los procesos de reforma al “entenderlos como un proceso retórico que parece culminar solo en la elaboración y aprobación de la ley sin derivar en términos efectivos hacia sus consecuencias”. El desempleo, es otra de las partes negativas de la administración pasada, y desde el punto de vista del partido oficial, eso provocó que el grueso de los puestos de trabajo que se crearon en los últimos ocho años, se registraran en el sector informal y el desempleo abierto fuera particularmente notorio entre la población más joven. El PLD entiende que ese factor tiende a aumentar la percepción de exclusión social en los sectores más pobres del país.
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