El precio de las armas cortas de fuego en República Dominicana supera hoy en más de cuatro veces el de años precedentes, afirmaron propietarios de armerías.
Según los dueños de esos establecimientos, se comercializan otros medios para mantener tales negocios, considerados un potencial peligro para la vida humana.
Desde que fue prohibida la importación en 2006, algunos puntos de venta solo ofertan dos o tres tipos de armas, que datan de aquel entonces.
Una pistola Carandai, de las más económicas, costaba antes 27 mil pesos, unos 658 dólares, y ahora se eleva a 125 mil (tres mil 48 dólares), ejemplificaron los entrevistados por medios de prensa.
Asimismo, el valor de una Bersa ascendió de 37 mil pesos, 902 dólares, a 160 mil (tres mil 902 dólares), mientras que una Taurus se incrementó de 45 mil a 185 mil pesos (de mil 97 a cuatro mil 512 dólares).
Más de la mitad de los asesinatos en Dominicana, apuntan datos oficiales, se cometen en riñas personales, robos o despojos de pertenencias a las personas, circunstancias que se ven agravadas por la frecuente posesión de armas de fuego.
Prensa Latina ha observado en varias ocasiones que cualquier civil, desde un joven de menos de 20 años de edad hasta un adulto, elegantemente vestido con impecable cuello y corbata, saca de su cintura una pistola en sitios donde prohíben su uso.
Según los dueños de esos establecimientos, se comercializan otros medios para mantener tales negocios, considerados un potencial peligro para la vida humana.
Desde que fue prohibida la importación en 2006, algunos puntos de venta solo ofertan dos o tres tipos de armas, que datan de aquel entonces.
Una pistola Carandai, de las más económicas, costaba antes 27 mil pesos, unos 658 dólares, y ahora se eleva a 125 mil (tres mil 48 dólares), ejemplificaron los entrevistados por medios de prensa.
Asimismo, el valor de una Bersa ascendió de 37 mil pesos, 902 dólares, a 160 mil (tres mil 902 dólares), mientras que una Taurus se incrementó de 45 mil a 185 mil pesos (de mil 97 a cuatro mil 512 dólares).
Más de la mitad de los asesinatos en Dominicana, apuntan datos oficiales, se cometen en riñas personales, robos o despojos de pertenencias a las personas, circunstancias que se ven agravadas por la frecuente posesión de armas de fuego.
Prensa Latina ha observado en varias ocasiones que cualquier civil, desde un joven de menos de 20 años de edad hasta un adulto, elegantemente vestido con impecable cuello y corbata, saca de su cintura una pistola en sitios donde prohíben su uso.
+ comentarios + 1 comentarios
Pienso que es mejor que las armas de fuego puedan venderse con normalidad ya que la prohibición de importación ha encarecido los precios y a su vez se aumento o alimento el
comercio ilegal de armas de fuego y ahora nadie sabe en manos de quien están.
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