La labor periodística representa la voz que comunica y concientiza a la sociedad acerca de su situación actual en diferentes aspectos.
El periodista es el encargado de hacer posible que una nación esté informada y actualizada en los principales asuntos que le afectan tanto directa como indirectamente, realizando ante todo un trabajo justo y ético.
Es lamentable que una profesión tan diversa, espontánea y fructífera, como es la del periodismo, se vea muchas veces ensuciada por las malas prácticas de algunos que no se esfuerzan por ejercer su posición de “voz del pueblo” de la manera más comedida posible.
“Este mundo necesita de un periodismo responsable”, expresó la escritora y periodista mexicana Lydia Cacho en el año 2010, al recibir el Premio Internacional de Periodismo Manu Leguineche, por su intachable ejercicio de un periodismo comprometido con los derechos humanos.
Hoy, Día del Periodista, es meritorio recordar los principales temas puntualizados en el código de ética periodística realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que abarca y da sustento a la convicción de que el periodista debe ofrecer un servicio escrupuloso y limpio de toda corrupción, debido al compromiso social que conlleva su oficio.
El primer asunto planteado es “el derecho del pueblo a una información verídica”, lo que implica que el periodista debe someterse a brindar a la comunidad informaciones que tengan sustento y veracidad, evitando caer en el sensacionalismo que muchas veces altera los hechos y los aleja de la realidad.
Es lamentable que una profesión tan diversa, espontánea y fructífera, como es la del periodismo, se vea muchas veces ensuciada por las malas prácticas de algunos que no se esfuerzan por ejercer su posición de “voz del pueblo” de la manera más comedida posible.
“Este mundo necesita de un periodismo responsable”, expresó la escritora y periodista mexicana Lydia Cacho en el año 2010, al recibir el Premio Internacional de Periodismo Manu Leguineche, por su intachable ejercicio de un periodismo comprometido con los derechos humanos.
Hoy, Día del Periodista, es meritorio recordar los principales temas puntualizados en el código de ética periodística realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), que abarca y da sustento a la convicción de que el periodista debe ofrecer un servicio escrupuloso y limpio de toda corrupción, debido al compromiso social que conlleva su oficio.
El primer asunto planteado es “el derecho del pueblo a una información verídica”, lo que implica que el periodista debe someterse a brindar a la comunidad informaciones que tengan sustento y veracidad, evitando caer en el sensacionalismo que muchas veces altera los hechos y los aleja de la realidad.
Desempeñar esta práctica no solo afecta a los ciudadanos, que se vuelven víctimas de la desinformación, sino también la credibilidad y seriedad del medio que la ejecute.
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