Disponer al menos de cinco mil pesos para la tradicional cena de Nochebuena se convirtió en algo imposible para miles familias dominicanas, que prefirieron dejar de compartir con sus parientes y guardar el dinerito que consiguieron, porque no saben cómo vendrá el año 2013, o simplemente, no tienen con qué.
Ante la crisis económica que golpea al país, en especial a los sectores de menor poder adquisitivo, gran parte de los hogares humildes no pudieron compartir la tradición familiar por la falta de recursos.
Para una familia modesta, de cinco o seis personas, preparar el banquete de Navidad compuesto por: una telera, una libra de uvas, seis manzanas, seis peras, un kilo de cerdo, cinco libras de pollo, 5 de arroz, ensaladas y dulces oportunos de la esta época, debió contar con un presupuesto superior a los cinco mil pesos.
Carmen García, quien se gana la vida como encargada de limpieza en una parroquia y vive con sus cinco hijos en el sector de la Ciénaga de la capital, comentó que para la fiesta de Nochebuena no tiene nada que ofrecer a su prole, debido a que lo que recibió por doble sueldo lo pagó en deudas.
Esta madre soltera explicó que tiene la ilusión de que en la iglesia se realice la tradicional cena de Navidad, para poder asistir con sus vástagos, ya que las condiciones para ella y los suyos no mejoran.
En tanto que Primera Vásquez Ramos, la cual labora como conserje en la escuela Virgen del Carmen, en el mismo sector, y progenitora de cinco retoños, manifestó que las circunstancias no están para invertir fondos en una noche.
Vásquez Ramos sostuvo, visiblemente entristecida, que sus esperanzas estabán puestas en que el Gobierno le facilitara una caja con alimentos, la que no consiguió, por lo que sus descendientes no podieron sentarse a la mesa a disfrutar de la noche buena.
De igual forma, el chiripero Jesús Díaz expresó que no hizo la cena, porque no contaba con los recursos suficientes y los altos precios de los productos son un inconveniente que le afecta de manera significativa.
Díaz señalo, además, que para una familia de bajos recursos elaborar el acostumbrado agasajo de fin de año, debe disponer de unos RD$6,000: “Para adquirir una libra de cerdo hay que tener disponibles por lo mínimo RD$300 y ni hablar de los demás condimentos”.
Indicó que pasó la Navidad tranquilo en su vivienda, acompañado de su esposa: “Si Dios lo permite y consigo para hacer una reunión familiar la haré; pero, no me voy a endeudar para prepararla”, puntualizó Jesús Díaz.
Cada fin de año, en la República Dominicana los pobres se ven limitados para compartir en familia en días tan tradicionales como el 24 y 25 de diciembre, por el creciente deterioro de la economía nacional, aunque gran parte de la población cifra sus expectativas en las ayudas que puedan recibir de las autoridades gubernamentales.
Habría que ver de qué manera responderán éstas, teniendo en cuenta, además, la deuda dejada por el anterior jefe de Estado, asumida ahora por la sociedad.
Ante la crisis económica que golpea al país, en especial a los sectores de menor poder adquisitivo, gran parte de los hogares humildes no pudieron compartir la tradición familiar por la falta de recursos.
Para una familia modesta, de cinco o seis personas, preparar el banquete de Navidad compuesto por: una telera, una libra de uvas, seis manzanas, seis peras, un kilo de cerdo, cinco libras de pollo, 5 de arroz, ensaladas y dulces oportunos de la esta época, debió contar con un presupuesto superior a los cinco mil pesos.
Carmen García, quien se gana la vida como encargada de limpieza en una parroquia y vive con sus cinco hijos en el sector de la Ciénaga de la capital, comentó que para la fiesta de Nochebuena no tiene nada que ofrecer a su prole, debido a que lo que recibió por doble sueldo lo pagó en deudas.
Esta madre soltera explicó que tiene la ilusión de que en la iglesia se realice la tradicional cena de Navidad, para poder asistir con sus vástagos, ya que las condiciones para ella y los suyos no mejoran.
En tanto que Primera Vásquez Ramos, la cual labora como conserje en la escuela Virgen del Carmen, en el mismo sector, y progenitora de cinco retoños, manifestó que las circunstancias no están para invertir fondos en una noche.
Vásquez Ramos sostuvo, visiblemente entristecida, que sus esperanzas estabán puestas en que el Gobierno le facilitara una caja con alimentos, la que no consiguió, por lo que sus descendientes no podieron sentarse a la mesa a disfrutar de la noche buena.
De igual forma, el chiripero Jesús Díaz expresó que no hizo la cena, porque no contaba con los recursos suficientes y los altos precios de los productos son un inconveniente que le afecta de manera significativa.
Díaz señalo, además, que para una familia de bajos recursos elaborar el acostumbrado agasajo de fin de año, debe disponer de unos RD$6,000: “Para adquirir una libra de cerdo hay que tener disponibles por lo mínimo RD$300 y ni hablar de los demás condimentos”.
Indicó que pasó la Navidad tranquilo en su vivienda, acompañado de su esposa: “Si Dios lo permite y consigo para hacer una reunión familiar la haré; pero, no me voy a endeudar para prepararla”, puntualizó Jesús Díaz.
Cada fin de año, en la República Dominicana los pobres se ven limitados para compartir en familia en días tan tradicionales como el 24 y 25 de diciembre, por el creciente deterioro de la economía nacional, aunque gran parte de la población cifra sus expectativas en las ayudas que puedan recibir de las autoridades gubernamentales.
Habría que ver de qué manera responderán éstas, teniendo en cuenta, además, la deuda dejada por el anterior jefe de Estado, asumida ahora por la sociedad.
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