Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez. M.A.M.
Aun frescos están en nuestras mentes los días iniciales de la Red de Comunicadores con Leonel, ocasión en que en la provincia valverde se destapó un escándalo porque presuntamente eran emitidos cheques a favor de medios que nunca los recibían o por montos que no eran los que llegaban a los beneficiarios.
Esa época en que miembros de la comunicación se ponían de acuerdo para estafar a sus colegas del patio la creíamos superada, pero nos parece asqueante la versión que circulan con insistencia en valverde y la que da cuenta de que miembros del equipo de comunicaciones de una diputada oficialista se habrían puesto de acuerdo para repartirse entre sí la publicidad del Ministerio de Estado de Educación.
La trama, según la fuente, consiste en la formación de una publicitaria al vapor, la que recibiría los fondos del MINERD, los que luego son desmenuzados entre las partes, llegando las migajas a los productores de medios que son usados como materia prima para la confección del cheque, lo cual de ser comprobado sería grave.
Pero más bochornoso sería comprobar que se trata de más de lo mismo y que en ese evento estaría involucrada una congresista, ya sea por acción u omisión al permitir que aves de rapiña de su entorno se repartan el pastel y por demás hayan excluido a los comunicadores y medios que tienen cerebros para reclamar y que no se prestarían a tal juego.
Sugerimos que las autoridades del Ministerio de Estado de Educación y la propia legisladora indaguen sobre el tema y que la prensa no comprometida con lo mal hecho, accedan vía las leyes de acceso a la información para saber cuántos recursos recibe esa publicitaria maeña y quiénes son sus gerentes, pues una cosa es que los manejadores de medios que tiene la dama hayan decidido excluir a los comunicadores que no les hacen coro y otra muy diferente es un latrocinio burdo y rastrero..
Hasta un próximo comentario.
Aun frescos están en nuestras mentes los días iniciales de la Red de Comunicadores con Leonel, ocasión en que en la provincia valverde se destapó un escándalo porque presuntamente eran emitidos cheques a favor de medios que nunca los recibían o por montos que no eran los que llegaban a los beneficiarios.
Esa época en que miembros de la comunicación se ponían de acuerdo para estafar a sus colegas del patio la creíamos superada, pero nos parece asqueante la versión que circulan con insistencia en valverde y la que da cuenta de que miembros del equipo de comunicaciones de una diputada oficialista se habrían puesto de acuerdo para repartirse entre sí la publicidad del Ministerio de Estado de Educación.
La trama, según la fuente, consiste en la formación de una publicitaria al vapor, la que recibiría los fondos del MINERD, los que luego son desmenuzados entre las partes, llegando las migajas a los productores de medios que son usados como materia prima para la confección del cheque, lo cual de ser comprobado sería grave.
Pero más bochornoso sería comprobar que se trata de más de lo mismo y que en ese evento estaría involucrada una congresista, ya sea por acción u omisión al permitir que aves de rapiña de su entorno se repartan el pastel y por demás hayan excluido a los comunicadores y medios que tienen cerebros para reclamar y que no se prestarían a tal juego.
Sugerimos que las autoridades del Ministerio de Estado de Educación y la propia legisladora indaguen sobre el tema y que la prensa no comprometida con lo mal hecho, accedan vía las leyes de acceso a la información para saber cuántos recursos recibe esa publicitaria maeña y quiénes son sus gerentes, pues una cosa es que los manejadores de medios que tiene la dama hayan decidido excluir a los comunicadores que no les hacen coro y otra muy diferente es un latrocinio burdo y rastrero..
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